
Del Líbano cargada de maletas, libros, recuerdos, despedidas, salto a India.
Dicen que lo mejor es lo que pasa, pero yo estoy convencida aún màs de que cuando las cosas no se planean salen mejor que nunca. Una vez que tengo fecha de salida del Líbano, que tengo mi pasaporte en la mano decido acompañar a mi compañera de viaje quien se destinaba a hacer un curso de yoga en dicho país. Y dije por qué no, y empezaron una serie de pensamientos a hacer eco en mi mente, una y otra vez, la vida es una aprovecha, ya estás aquí etc etc… Y así fue como de pronto me vi embarcada en un avión que hacia escala en Kuwait, para luego aterrizar en Mumbai.
Dicen que lo mejor es lo que pasa, pero yo estoy convencida aún màs de que cuando las cosas no se planean salen mejor que nunca. Una vez que tengo fecha de salida del Líbano, que tengo mi pasaporte en la mano decido acompañar a mi compañera de viaje quien se destinaba a hacer un curso de yoga en dicho país. Y dije por qué no, y empezaron una serie de pensamientos a hacer eco en mi mente, una y otra vez, la vida es una aprovecha, ya estás aquí etc etc… Y así fue como de pronto me vi embarcada en un avión que hacia escala en Kuwait, para luego aterrizar en Mumbai.
Abro paréntesis para hablar de Kuwait, o al menos de su aeropuerto el aeropuerto con la perfumería más grande que jamás allá visto, como buena venezolana me probé perfumes hasta detrás de la oreja, mientras una filipina trataba de explicarme que esos perfumes se vendían únicamente en esa tienda. Mujeres muy arregladas, maquillajes de Hollywood, velos de todos los colores que sólo les tapaba el cabello combinados con altos tacones, salas de rezo,
Llegada la hora del vuelo, cambió el panorama, nos estábamos acercando… hasta que llegamos. Una vez allí las letras cambiaron, los olores cambiaron, y pasé a ser un chica alta a una gigante, juro que donde quiera que iba era la más alta, repetidas veces escuchaba “welcome to india” nos saludaba la gente en el aeropuerto, sonido acompañado de movimientos de cabeza, que aún hoy día no logro concebir como el cuerpo y la cabeza pueden moverse separadamente.
Muchos de los pasajeros llevaban cajas, bolsas, televisores, maletas, más cajas y más maletas, los destinos de proveniencia mayoritariamente eran Dubai, Qatar, Kuwait. No es secreto para nadie que hay muchos hindúes que trabajaban en los países del golfo donde perciben un salario miserable para los trabajos que realizan pero de una u otra manera les ayuda a ellos y a su familia.
Mumbai nos recibió a las seis de la mañana con un calor empegostado, con gente que iba y venía, con vacas en la calle, flores, miles de tuctucs una especie de mini taxi, colores, niños, carros, más calor, un idioma y la pequeña Susy una amiga que a primera vista se confundía con una persona local, maravilloso encontrarnos a Susy en el aeropuerto o mejor dicho que ella n encontrara a nosotros pues, hubiese sido simplemente imposible en una ciudad que aloja 25 millones de habitantes conseguirse o al menos dar una dirección coherente.
Necesitaba que alguien me pellizcara porque no podía creerlo, Bombay ahora conocida como Mumbai, la ciudad de Bollywood. Ese día fue el último día de descanso, comenzaron aquí unos intensos 15 días de viaje sin parar.
India para mí es un continente, con una diversidad religiosa, gastrónomica, de castas, de dialectos. La meta era ir al norte al Himalaya y de allí bajar poco a poco, y así fue.
Próximo destino Agra.
Llegada la hora del vuelo, cambió el panorama, nos estábamos acercando… hasta que llegamos. Una vez allí las letras cambiaron, los olores cambiaron, y pasé a ser un chica alta a una gigante, juro que donde quiera que iba era la más alta, repetidas veces escuchaba “welcome to india” nos saludaba la gente en el aeropuerto, sonido acompañado de movimientos de cabeza, que aún hoy día no logro concebir como el cuerpo y la cabeza pueden moverse separadamente.
Muchos de los pasajeros llevaban cajas, bolsas, televisores, maletas, más cajas y más maletas, los destinos de proveniencia mayoritariamente eran Dubai, Qatar, Kuwait. No es secreto para nadie que hay muchos hindúes que trabajaban en los países del golfo donde perciben un salario miserable para los trabajos que realizan pero de una u otra manera les ayuda a ellos y a su familia.
Mumbai nos recibió a las seis de la mañana con un calor empegostado, con gente que iba y venía, con vacas en la calle, flores, miles de tuctucs una especie de mini taxi, colores, niños, carros, más calor, un idioma y la pequeña Susy una amiga que a primera vista se confundía con una persona local, maravilloso encontrarnos a Susy en el aeropuerto o mejor dicho que ella n encontrara a nosotros pues, hubiese sido simplemente imposible en una ciudad que aloja 25 millones de habitantes conseguirse o al menos dar una dirección coherente.
Necesitaba que alguien me pellizcara porque no podía creerlo, Bombay ahora conocida como Mumbai, la ciudad de Bollywood. Ese día fue el último día de descanso, comenzaron aquí unos intensos 15 días de viaje sin parar.
India para mí es un continente, con una diversidad religiosa, gastrónomica, de castas, de dialectos. La meta era ir al norte al Himalaya y de allí bajar poco a poco, y así fue.
Próximo destino Agra.




